El cine de terror francés viene pegando fuerte desde hace casi una década. Nuestros vecinos han retomado una forma de contar historias directa, violenta y cruel, con una crudeza, una plenitud y una continuidad como probablemente no se veía desde los setenta.
Los estilemas del párrafo anterior no se han limitado al cine de terror, sino que también han hecho acto de presencia en otros títulos que se salen del género y que han venido a agruparse en lo que algunos han bautizado como el «Nuevo Extremismo Francés» (New French Extremism): Irreversible, Baise-moi, Dans ma peau, Martyrs, Haute tension…
No es fácil hacer una lista de títulos de terror francés a menos que uno esté puesto. Están los de la nueva ola, el cine de Jean Rollin y, por supuesto, el que da título a esta entrada, Los ojos sin rostros (Les yeux sans visage), una verdadera obra de culto, cumbre del cine de terror europeo, y una de los pocos largos de terror francés anteriores a los noventa que han conseguido traspasar fronteras y permanecer como un clásico indiscutible.
Una de las mejores versiones del mad doctor jamás filmadas. Un imprescindible.
(Directo al Disco Duro)
Micro Reseñas de Terror 