Brutal. Esa es la palabra que mejor define esta película. Me esperaba una cinta típicamente inglesa de la época (un brit-terror), y he aquí que me encuentro a Vincent Price en el papel más sucio, vil y repugnante de su carrera. Fuera remilgos, fuera glamour, fuera drama gótico trasnochado.
El bueno de Vincent interpreta a Mathew Hopkins, un puritano que recorre Inglaterra en pleno siglo XVII en calidad de cazador de bruja. Hopkins hace gala de un amplio católogo de torturas y tormentos varios para arrancar confesiones a sus víctimas a cambio de dinero y/o favores sexuales.
Una buena película. Terror británico de época, con dosis de violencia y sadismo que hacen palidecer a cualquier título de la Hammer. Un temprano torture-porn de una calidad más que notable. Recomendable.
Gracias por recomendarla, la vi anoche y me encantó. A mí también me sorprendió ver a Price sin los amaneramientos y el goticismo que lo acompañaban en sus adaptaciones de cuentos de Poe, que es donde hasta ahora lo habia visto yo.
Un saludo, sacas a la luz obras muy buenas y escondidas.
Encantado de tenerte por aquí. Me alegro de que mi recomendación haya sido útil. Seguiré escarbando por ahí, a ver qué encuentro.